sábado, 15 de febrero de 2014

15/28 Intolerable cruelty (EUA, 2003)

Dirigida por Joel Coen y (re)escrita junto con su hermano Ethan (el original era un  guión de Robert Ramsey y Matthew Stone), esta película es una clara muestra de la grandeza de los Coen capaces de trabajar con la misma inteligencia géneros tan distintos. Por supuesto que esta película está lejos de ser su mejor film, pero tampoco es el peor, es una buena comedia de excelente factura, es para ser de los Coen una película mediana. Ahora, una película promedio Coen todavía se destaca ampliamente por encima de la mayoría salida de Hollywood. Esta película, que en manos de muchos otros directores no habría pasado de una comedia de romance barata (tipo Julia Roberts y Richard Gere los protagonistas originalmente contemplados con el director Andrew Bergman, después Julia con Hugh Grant) en manos de los Coen es una magnífica sátira social, una comedia negra sobre el amor, la confianza, el control y las apariencias. Actualmente son tan pocas las películas que ponen algún esfuerzo real en sus tramas, diálogos y actuaciones que se agradece cuando uno encuentra una película de entretenimiento inteligente. Los hermanos logran imprimir su sello personal en esta especie de remebranza de las películas de los 30´s (Howard Hawks) a la vez que hacen una parodia de todas aquellas comedias románticas típicas y tópicas que parecen telenovelas que en lo único que se han fijado es en contratar a un par de actores en "buena forma" (definición hollywoodense). 

Los protagonistan forman una de las parejas fílmicas más logradas del cine, los personajes delineados por los Coen son interesantes y los actores les hacen justicia, los diálogos son excelentes. La vestimenta de ambos es impecable y los dos actores están en su mejor momento, tanto física como actoralmente, creo que esta hiperestlización de los personajes es parte de la sátira de la película, así como la manía del personaje masculino con sus dientes, entre otros guiños. 

Clooney aborda su cínico abogado con una demostración absoluta de sus recursos expresivos (es un papel que se juega con los ojos, con la expresión corporal, con la mirada cómplice) que le lleva a niveles nunca vistos anteriormente, arriesgando mucho a veces (véase esa malsana obsesión con sus dientes) y eso sin perder un ápice de ese encanto irresistible que le ha llevado a estar donde está. Zeta-Jones no se queda atrás, su presencia es magnética en cuanto aparece en la pantalla iluminando cualquier escena, mantiene el tú a tú con Clooney de forma admirable, incluso llega desaparecerlo en escena, y se permite el lujo de resultar a ratos insoportablemente perversa y a ratos hasta vulnerable. Enorme. (cita). 

Marilyn (Catherine Zeta-Jones) es una digna descendiente de la cazafortunas Jean de Barbara Stanwyck en Las noches de Eva (1941) - una negociadora astuta, una actriz formidable y muy consciente del poder de su propia sexualidad. La película está contada desde el punto de vista de Massey (George Clooney) el existoso abogado de divorcios y casos imposibles. Hay algo que quiere: Marylin la hermosa cazafortunas. Él la desea tanto que nos solidarizamos con este deseo, porque lo compartimos. Queremos que la conquiste. La pregunta es, ¿ella lo quiere o quiere su dinero o ambos?




También desfilarán los caricaturescos personajes secundarios, que aportan buena parte del humor sarcástico que despliegan los Coen: el abogado negro; la amiga de Marylin, con sus incontables cirugías pero siempre insatisfecha; el petrolero “campechano” y verborrágico que interpreta Billy Bob Thornton, etc. Joel y Ethan Coen, el primero como director, el segundo como productor y ambos como guionistas, conforman una pareja creativa que se ha caracterizado por su originalidad, su inteligencia y una profunda ironía a la hora de montar en escena su mirada crítica y sagaz sobre la cultura norteamericana. Película tras película (desde Barton Fink hasta Fargo o El gran Lebowski), también han desplegado un amplio conocimiento de los códigos de los géneros, a los que reinventan para lograr siempre una obra singular. El amor cuesta caro es un ejemplo más. 




La historia de el cazador cazado es menos previsible de lo que puede parecer en un primer momento y los Coen aprovechan para acumular, tópico tras tópico, burla burlando, flechas envenenadas hacia los abogados matrimonialistas. Pero está claro que no se paran ahí: el abogado matrimonialista es un engendro de una sociedad sin valor y sin valores que santifica el poder de la American Express ante todas las demás cuestiones. No es que ya no se fíen de los emigrantes, de los de otro color o de los compañeros de trabajo. Es que ya no se fían ni de los familiares. Esos que protegen bombardeando otros países. Hollywood se muestra como un claro demonio, Las Vegas como el purgatorio, una cara con ángel como la salvación. Pero lo angelical no tiene sexo, ni tiene físico, ni tiene curvas, por lo tanto, cuidado con errar el camino. (cita 2)

Otras cosas que son factura de los Coen: la inteligencia femenina irredimible e irremediable en la belleza de Catherine Zeta Jones, el impagable personaje compuesto con su habitual talento por Billy Bob Thornton, los momentos cómicos e incorrectos de Cedric the Entertainer, el discurso redentor de Clooney que deja bien a las claras lo que opinan los Coen de Las Vegas, de los abogados, del matrimonio y , sobre todo, de los momentos cumbres del cine, las escenas del asesino a sueldo Resuello (simplemente tronchantes), el programa televisivo del final, la estrecha colaboración entre el protagonista y su ayudante, los diálogos, los caretos, el tempo, la irregularidad del conjunto, la genialidad de sus partes, etc  (cita 2)


La fotografía y el manejo de color excelentes a cargo de Roger Deakins. Es una película donde fotografía, decorados, vestuario, todos los aspectos exteriores, está muy arriba en el escalafón alto. El glamour de Hollywood no es la única novedad en el proyecto para Joel y Ethan. Se les conoce por escoger el reparto entre sus actores habituales, pero aquí, las circunstancias que rodeaban al guión hicieron que el reparto se saliera un poco de lo común.

Casi toda la película ha sido rodada en la zona de Los Ángeles, desde Encino a Malibú, pasando por el centro de Los Ángeles y San Marino. Los Jardines Botánicos de la Biblioteca Huntington sirvieron de decorados para la lujosa boda de Marylin y Howard. La sala donde Rex tiene sus trenes, el gimnasio y el apartamento de Wrigley están rodados en la famosa mansión “Paramour” en Silverlake. Además de los decorados naturales, también hicieron falta cuatro platós en “The Lot” en Hollywood para recrear el despacho de Miles y la sala de conferencias. “El bufete de Miles es el mejor de la ciudad; queríamos reflejarlo. Nada más entrar, uno se da cuenta de que podría estar en la portada de cualquier revista”, comenta el diseñador. La sala del tribunal donde Miles vapulea a Marylin también se recreó en un plató.




Es un eterno estira y afloja entre lo que cada uno de ellos es y lo que cada uno quisiera ser o vislumbra que podría ser. Hay una deseo de ser de otra forma pero a la vez una desconfianza, bastante real, de dejarse ser en ese mundo de ambiciones y frivolidades en que viven.  Es una comedia anti romántica donde a pesar de que los protagonistas acaben juntos no estamos seguros si están hechos el  uno para el otro o si se merecen el uno al otro. Mucho menos podemos asegurar que vivieron juntos y felices para siempre. Una película de amor, dinero y violencia donde se critica el modo de vida consumista y litigioso de los Estados Unidos. Los hermanos Coen arremeten contra la sociedad del éxito y del bienestar económico para reivindicar, en clave de comedia romántica, los sentimientos humanos contradictorios y las ambigüedades del corazón.



Dirección: Joel Coen.
País: EUA.
Año: 2003.
Duración: 100 min.
Interpretación: George Clooney (Miles Massey), Catherine Zeta-Jones (Marylin Rexroth), Geoffrey Rush (Donovan Donaly), Cedric The Entertainer (Gus Petch), Edward Herrmann (Rex Rexroth), Richard Jenkins (Freddy Bender), Billy Bob Thorton (Howard D. Doyle), Paul Adelstein (Wrigley), Julia Duffy (Sarah Sorkin), Jonathan Hadary (Heinz).
Guión: Robert Ramsey, Matthew Stone y Ethan & Joel Coen; basado en un argumento de Robert Ramsey, Matthew Stone y John Romano.
Producción: Ethan Coen y Brian Grazer.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Roger Deakins.
Montaje: Roderick Jaynes.
Diseño de producción: Leslie McDonald.
Dirección artística: Tony Fanning.



Trama: Miles Massey (George Clooney) es un famoso y rico abogado de Los Ángeles, especializado en casos de divorcio. Sin embargo, a pesar de su brillante historial profesional, de contar con el respeto de sus colegas y de haber redactado un contrato perfecto que lleva su nombre (el "acuerdo prematrimonial Massey") se encuentra en una situación, en la que el tedio se ha apoderado de él y necesita nuevos retos. Todo cambia cuando Miles conoce a alguien como él: la devastadora y multi-divorciada Marilyn Rexroth (Zeta-Jones), especializada en matrimonios en serie, que está a punto de divorciarse de un cliente de Miles, Rex Rexroth, rico constructor y donjuán empedernido. Marylin tiene a Rex entre la espada y la pared gracias al trabajo realizado por Gus Patch, un investigador privado nada barato. Lo que busca es disfrutar de la independencia económica que le proporcionará el divorcio, pero gracias a la habilidad de Miles, se quedará sin nada. Marylin no se rinde y decide pagarle con la misma moneda






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