viernes, 14 de febrero de 2014

14/28 Stealing Heaven (Yugoslavia, Reino Unido, 1988)

Dudo que alguien pueda leer o escuchar tu historia 
sin que las lágrimas afloren a sus ojos. 
Ella ha renovado mis dolores, 
y la exactitud de cada uno de los detalles que aportas 
les devuelve toda su violencia pasada
Carta de Eloísa a Abelardo

Esta película trata de unos de los amantes más famosos de la historia, podríamos decir que de los amantes más famosos de la Edad Media: Pedro Abelardo y Eloísa. En la Francia del siglo XII dos seres excepcionales se conocen y se enamoran. Un amor prohibido por su mundo circundante, el cual finalmente los separará. Pero ese amor durará hasta la muerte. Esta película es la adaptación de la excelente novela histórica homónima escrita por la feminista británica Marión Meade (el libro Stealing heaven the love story of Heloise and Abelard está basado, principalmente, en las cartas de Eloísa).

"Este film es una extraña coproducción anglo-yugoeslava cuya versión completa dura 115 minutos, algunos de los cuales desaparecieron en aras de su estreno en los EUA para evitar su catalogación como película X. No sabemos sí por las dudas religiosas o por las (escasas) escenas eróticas de los amantes. El director fue el británico Clive Donner (Londres, 1926). Esta es una película en la convergen la calidad de la historia y del guión (Chris Bryan), la convicción de los actores, la cuidada fotografía de Mikel Solomon que rememora el ambiente de entonces, sus luces y sus oscuridades, la esmerada adecuación de unos escenarios que reconstruyen el París medieval con sus populosas calles y sus monasterios." (cita)







Pedro Abelardo nació, en el año 1079, en el seno de una familia noble de la Bretaña menor. Al servicio de Iboel IVDuque de Bretaña, su padre, Berenguer, controlaba la zona y sus posesiones desde su castillo feudal en la ciudad de Le Pallet, próxima a Nantes, como todos los señores de la época ejercía el oficio de las armas aunque había recibido cierta educación en su juventud y decidió no privar de ella a sus hijos. Pedro, el primogénito, seducido por las Letras y el estudio cedió sus derechos de progenitura sobre tierras y vasallos a su hermano menor y dedicó su vida al aprendizaje y posterior enseñanza de la Filosofía y de la Teología, única profesión liberal de la época. Pasando así a convertirse en Pedro Abelardo; nombre, éste último, tomado de la palabra Habelardus (abeja francesa), en recuerdo del escritor de la Antigüedad llamado Abeja Ática, y unió al estudio de los de San Agustín y de otros Padres de la Iglesia a algunos de clásicos como Cicerón. Anheloso del saber frecuentó escuelas y después de dominar el Trivium y el Quadrivium, y con veintiún años se dirigió a París donde se encontraban las más famosas escuelas de la época. Asistió a la escuela episcopal allí, en el claustro de Notre Dame, Guillermo de Champeaux impartía sus enseñanzas basadas en las teorías realistas de San Anselmo, distinguiéndose por la sutileza de su discurso y su elocuencia. Pronto él mismo impartía enseñanzas y a partir de 1102 lo hizo en Melum y Corbeil, adquiriendo gran fama pese a los enfrentamientos que tuvo con algunos de sus maestros. En 1113 le encontramos nuevamente en París enseñando la lógica peripatética, y planteaba doctrinas contrarias a las de su antiguos maestros el realista Guillermo de Champeaux y el nominalista Roscelin en cuestiones capitales de la Escolástica como Los Universales. También disintió de las enseñanzas de Anselmo de Laón. En 1118 conoció a Eloísa cuando sólo contaba 17 años. Poco o nada sabemos de la familia de ella, únicamente un nombre sin apellido ha llegado hasta nosotros, por lo que desconocemos su origen. Las crónicas dicen que nació en París y también que recibió una primera educación en el convento de Argenteuil, lo que permite intuir una cierto nivel económico familiar; allí recibiría, sin duda, una formación adecuada a su sexo y al papel que debía asumir cualquier mujer decente de la época: el de esposa y madre; aunque, al parecer, ella supo aprovechar bien el tiempo y las ocasiones dedicándose con ardor al estudio lo que la permitió adquirir la formación intelectual que le dio tanta fama como su singular belleza; siendo conocida en todo el reino por su talento e instrucción. En 1118 se encontraba en París bajo la tutela de su tío, el canónigo Fulberto; los expertos mencionan la posibilidad de que incluso pudiera tratarse de su padre, quien conocedor de sus grandes dotes intelectuales y su inclinación al estudio consiguió para ella el mejor de los maestros posibles: Pedro Abelardo.



La obra escrita por Abelardo en 1135: Historia Calamitatum o Epístola prima, es en realidad una especie de autobiografía, ya que en él mismo relata la historia de sus desventuras, en un intento de minimizar las desdichas de un amigo que se quejaba de las propias; lo que nos sirve para conocer los hechos de primera mano. Donner se preocupa muy especialmente por realzar el mensaje, y ofrece un testimonio sumamente valioso sobre una época oscura en la que la Iglesia comenzaba su lenta decadencia, y en la que sus normas burocráticas y su dogmática impedían algo tan hermoso como una pasión amorosa, una pasión además ligada al inicio de lo que más tarde se llamará el librepensamiento. 

Recuerdo que cuando vi la película me impresionó mucho la historia así que conseguí las "Cartas de Abelardo y Eloísa" y si había tenido cierto resquemor por el comportamiento y las dudas de Abelardo después de leer las cartas casi lo odié. Así como Eloísa fue odiando a su tío y a Dios y la Iglesia así fui sintiendo un gran desprecio por Abelardo. Hoy sólo siento compasión y empatía por ambos.


Título Original: Stealing Heaven (Robado al Cielo)
Director: Clive Donner
Guion: Chris Bryant
Año: 1988
Pais: Yugoslavia / Reino Unido
Idioma: Ingles con subtitulos en Español
Duracion: 1hr. 55 mins.
Reparto:
Derek de Lint … Abelard
Kim Thomson … Heloise
Denholm Elliott … Fulbert
Bernard Hepton… Bishop
Kenneth Cranham… Suger
Patsy Byrne… Agnes
Cassie Stuart… Petronilla
Philip Locke… Poussin
Victoria Burgoyne… Prostituta
Antonia Cutic … la casera
Mark Jax… Jourdain
Timothy Watson… François
Andrew McLean… Gerard
Trama: Se centra en el amor prohibido del siglo XII de las históricas figuras del filósofo francés Abelardo (Derek de Lint) y Heloise (Kim Thomson). El primero es un destacado profesor / filósofo que enseña a los jóvenes a través de las doctrinas católicas, mientras que la segunda es una joven y culta dama que viene a París a vivir con su tío (Denholm Elliott). Ambos se enamoran y trasgreden las normas sociales de su tiempo lo que pagarán muy caro. 


Heloise (1101-1164) y Pierre Abelard (1079-1142) están enterrados juntos para la eternidad 
en el cementerio Père-Lachaise en Paris, Francia.

Abelardo moría en 1142 y su cuerpo fue enterrado en la Iglesia de San Marcelo, debió pedir ayuda al Abad de Cluni Pedro el Venerable para que los restos de Abelardo fueran trasladados al Paracleto, tal cómo el filósofo deseaba y una vez allí Eloísa, veneró sus restos y rogó por su alma hasta su muerte veinte años después (1164); y cuenta la leyenda que cuando abrieron la tumba de Abelardo para depositar junto a él el cuerpo de su amada Eloísa, éste abrió los brazos para recibirla quedando abrazados en la muerte como no pudieron estarlo en la vida. Así permanecieron los esposos durante quinientos años sepultados en las naves del Paracleto, hasta que en 1792, tras la Revolución Francesa, el Monasterio fue vendido como bien eclesiástico siendo trasladada la tumba de Abelardo y Eloísa a Nogent. En 1800 Luciano Bonaparte inspector de las cartas y monumentos antiguos encargó al artista Lenoir para que transportase el féretro al Museo de Monumentos franceses de París, quién, tras la apertura de la tumba realizó un Álbum con dibujos de los amantes recreados por el artista partiendo de los restos conservados con el objeto de realizar dos estatuas para la nueva tumba parisina, que quedó instalada en los jardines del museo. En 1815 bajo gobierno borbónico se intentó trasladar la tumba a la Abadía de San Dionisio; pero la opinión pública protestó ya que el monumento era muy frecuentado por los parisinos y estaba considerado como algo integrado en la ciudad; finalmente fue trasladada al cementerio parisino de Père Lachaise donde actualmente todavía puede visitarse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario