lunes, 2 de febrero de 2015

Intermezzo lírico (Heinrich Heine)


Heinrich Heine

(Düsseldorf, 1797 - París, 1856) Poeta prusiano. De origen judío, estudió literatura, derecho y filosofía en Bonn y Berlín; entre sus profesores y amistades se contaron Schlegel y Hegel.

Lyrisches Intermezzo,1823





Preludio

Es en el antiguo bosque,
Es en la selva encantada;
Se respira, el grato aroma
Que la flor del tilo exhala,
Y fulgor maravilloso
De la luna solitaria,
Mi corazón va llenando
De delicias olvidadas.
Andando voy, y a mi paso
El aire rompe su calma:
Es el ruiseñor que amores
Y penas de amores canta.
Canta el amor y sus penas,
Sus delicias y sus lágrimas;
Y llora tan tristemente,
Gíme con dulzura tanta,
Que mil sueños olvidados,
En mí mente se levantan.
Sigo andando, y en un claro
De la selva abandonada,
Ante mí miro un castillo
Que alza sus viejas murallas.
Cerradas miré las rejas,
Todo era tristeza y calma;
Creí que tras de los muros
Sólo la muerte habitaba.


IX

Soportar no puede el loto
Del sol los claros fulgores,
Y con la frente inclinada
Soñando espera la noche.
La luna, que es su adorada
Lo despierta con sus rayos,
Y él descubre ante sus besos
Su semblante perfumado.
Y la mira y se enrojece,
Y se eleva ante la brisa,
Y llora y gime de amores
Agonizante de dicha.



XXXV
Un joven ama a una niña
Que de otro ansía el amor,
Pero éste se une con otra
En quien cifra su ilusión.
Con cualquiera se une entonces
La olvidada, en su rencor,
Y la pena hiere el pecho
Del que primero la amó.
Vieja historia que renace
Del mundo entre el ronco hervor,
Y que a aquel a quien sucede
Le destroza el corazón.


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